ALTERACIÓN DE LA COMUNICACIÓN, destacando aquí el mutismo electivo o ausencia de lenguaje ante determinadas personas o ante circunstancias específicas. Es el rechazo persistente a hablar en una o más situaciones sociales, incluyendo la escuela, a pesar de la capacidad para hablar y comprender el lenguaje hablado.
Es un trastorno poco frecuente que incide más en niños que
en niñas. Por su parte el mutismo total adquirido es excepcional y puede aparecer después de un importante shock afectivo, ya sea de forma súbita o progresiva.
Asimismo, podemos concretar las diferentes alteraciones del lenguaje que van unidas a condiciones personales de discapacidad, entre ellas destacamos las siguientes:
– Discapacidad auditiva. Nos encontramos con una de las discapacidades que mayor repercusión tienen el desarrollo del lenguaje infantil. Lógicamente, ante la ausencia o perjuicio de la audición, el ámbito de desarrollo que más va a verse perjudicado va a ser el lenguaje, presentando dificultades en la comprensión, en la correcta articulación y en la estructura de las frases y del discurso.
– Discapacidad cognitiva. Siempre que existe este tipo de discapacidad, el lenguaje va a encontrarse afectado en sus cuatro componentes, en relación con la edad mental que tenga el niño, es decir, si tiene seis años pero una edad mental de uno, su lenguaje corresponderá al que presenta un niño de esa edad. Van a ser niños cuyo lenguaje va a aparecer tardíamente.